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Consejos prácticos para alcanzar la plenitud en el matrimonio.

El enorme cartel colgado en la entrada del edificio, era conocido por todos los habitantes de la ciudad. -"Centro de Ayuda Social". Allí se podía encontrar un par de oídos atentos. El par de oídos del cirector de la organización. Su rostro brillante, su aptitud para escuchar, su incansable energía para ayudar a la gente y la cualidad de generosidad con la que había sido dotado - todo esto reunido, lo transformó en la persona más querida de la comunidad. Un motivo más que suficiente para envidiar a su esposa, por tener un marido como este.

Paralelamente, ella dedicaba su tiempo a asistir a las mujeres de la comunidad. Durante el día casi ni llegaban a encontrarse uno con otro. Los niños estaban bajo el cuidado esmerado de las empleadas de la familia.

Una noche, sonó el teléfono de la oficina del director.

"Tengo un problema urgente, que necesita una solución inmediata", se escuchó la voz desesperada de una mujer que lloraba del otro lado de la línea. "Un problema... fa... familiar..." dijo entre sollozos.

El corazón del director se comprimió por la angustia: "cuánto sufre la gente", pensó y suspiró... No miró su reloj, ni lo avanzado de la noche, cuando le dijo: "Puede venir ahora mismo a mi oficina, escuchemos cuál es el problema, y veamos cómo es posible ayudarla".

Un cuarto de hora despúes se escucharon los golpes en la puerta. "Ya llegó, seguramente esto es realmente urgente, vaya uno a saber qué ocurre en esa casa...", pasó el pensamiento fugaz por su mente.

"¿Se puede?" se oyó una voz. Y la puerta se abrió.

En principio pensó que sus ojos lo estaban engañando. "¡No! ¡No!" Exclamó en voz alta, llevando las manos a su cabeza.

"¡No! tú no eres esta..."

"Si, yo". Las lágrimas cayeron de los ojos de su mujer.

"Soy yo, yo llamé".

La pareja se sentó a conversar largamente, comprendiendo que su matrimonio estaba antes que todo, el amor que los unía y su familia, eso era lo primordial, y recién después los compromisos de trabajo y la ayuda social.

Editorial: Maor

Cód: 84445355

Dúo eterno
$20 USD
Cantidad
Dúo eterno $20 USD

Consejos prácticos para alcanzar la plenitud en el matrimonio.

El enorme cartel colgado en la entrada del edificio, era conocido por todos los habitantes de la ciudad. -"Centro de Ayuda Social". Allí se podía encontrar un par de oídos atentos. El par de oídos del cirector de la organización. Su rostro brillante, su aptitud para escuchar, su incansable energía para ayudar a la gente y la cualidad de generosidad con la que había sido dotado - todo esto reunido, lo transformó en la persona más querida de la comunidad. Un motivo más que suficiente para envidiar a su esposa, por tener un marido como este.

Paralelamente, ella dedicaba su tiempo a asistir a las mujeres de la comunidad. Durante el día casi ni llegaban a encontrarse uno con otro. Los niños estaban bajo el cuidado esmerado de las empleadas de la familia.

Una noche, sonó el teléfono de la oficina del director.

"Tengo un problema urgente, que necesita una solución inmediata", se escuchó la voz desesperada de una mujer que lloraba del otro lado de la línea. "Un problema... fa... familiar..." dijo entre sollozos.

El corazón del director se comprimió por la angustia: "cuánto sufre la gente", pensó y suspiró... No miró su reloj, ni lo avanzado de la noche, cuando le dijo: "Puede venir ahora mismo a mi oficina, escuchemos cuál es el problema, y veamos cómo es posible ayudarla".

Un cuarto de hora despúes se escucharon los golpes en la puerta. "Ya llegó, seguramente esto es realmente urgente, vaya uno a saber qué ocurre en esa casa...", pasó el pensamiento fugaz por su mente.

"¿Se puede?" se oyó una voz. Y la puerta se abrió.

En principio pensó que sus ojos lo estaban engañando. "¡No! ¡No!" Exclamó en voz alta, llevando las manos a su cabeza.

"¡No! tú no eres esta..."

"Si, yo". Las lágrimas cayeron de los ojos de su mujer.

"Soy yo, yo llamé".

La pareja se sentó a conversar largamente, comprendiendo que su matrimonio estaba antes que todo, el amor que los unía y su familia, eso era lo primordial, y recién después los compromisos de trabajo y la ayuda social.

Editorial: Maor

Cód: 84445355